Festival de Jazz de Northampton

Por Ricard Torres-Mateluna, Periodista, Miembro de la Junta de Directores del Festival de Jazz de Northampton, Revista Papeles de Jazz (Chile), Miembro del Consejo Editorial y Corresponsal en América del Norte, Miembro de la Asociación de Periodistas de Jazz de América (JJA).

Durante más de tres décadas, New York Voices se ha mantenido en la cima del arte vocal del jazz, combinando armonías intrincadas, brillantez improvisacional y versatilidad que abarca géneros a lo largo de sus diez aclamados álbumes. Formado en 1987, el cuarteto ganador del GRAMMY, Peter Eldridge, Lauren Kinhan, Darmon Meader y Kim Nazarian, ha encantado a audiencias de todo el mundo, colaborando con leyendas del jazz como la Orquesta Count Basie, Paquito D’Rivera y la Dizzy Gillespie All-Star Big Band. Lo que comenzó como un conjunto vocal universitario en Ithaca College en el norte del estado de Nueva York, evolucionó hasta convertirse en uno de los grupos vocales más influyentes y técnicamente magistrales en la historia del jazz, presentándose en venues icónicos desde Carnegie Hall hasta el Festival de Jazz del Mar del Norte, mientras mantiene un compromiso con la educación a través de clases magistrales y campamentos de jazz vocal. El cuarteto emprende su muy anticipada gira final, «El Gran Final», marcando el fin de una era extraordinaria en el jazz vocal.

El Boston Herald los ha elogiado, señalando que «New York Voices está a la altura de su reputación como el conjunto vocal más emocionante del jazz actual», mientras que The New York Times compartió que «New York Voices tiene una mezcla suave y un dominio cómodo de la armonía pop-jazz». ¡Hoy tenemos la suerte de tenerlos en el Festival de Jazz de Northampton!

Una Conversación con el Director del Grupo, Darmon Meader, sobre Tres Décadas de Excelencia en el Jazz Vocal

¿Cuál fue el momento revelador cuando escuchaste por primera vez la armonía vocal del jazz que te hizo pensar: «esto es lo que quiero hacer con mi vida»?

Probablemente diría que fue al escuchar una grabación de Manhattan Transfer. Cuando estaba en la universidad, me emocioné con Manhattan Transfer, y ya estaba tocando jazz como saxofonista, y también era un chico de coro. Estaba tocando en big bands y escuchando armonía de jazz de cuatro partes siendo cantada, de la manera en que los instrumentistas tienden a pensar en ese tipo de armonía, una sección de saxofones o cuatro metales. Me quedé impactado por todo el concepto.

En tu carrera, has usado muchos sombreros: tenor, compositor, arreglista, educador, saxofonista. ¿Qué rol se siente más como hogar para ti, y eso cambia dependiendo de la canción o el momento?

Están todos tan interconectados para mí, New York Voices fue el escenario perfecto para que yo hiciera todo lo que me gusta hacer. Me encanta tocar el saxofón, pero no siento que soy una de esas personas que fue puesta en el planeta para ser un virtuoso del saxofón, y me encanta cantar como solista, y me gusta cantarlo en un grupo de armonía aún más. Cuando todo se junta, mi cosa favorita es cantar canciones que yo arreglo en lugar de las de alguien más.

Tus arreglos son conocidos por sus sofisticadas estructuras armónicas , que, por cierto, nuestro propio Valley Jazz Voices local ha cantado tus arreglos. ¿Escuchas estas partes vocales complejas en tu cabeza completamente formadas o es más como resolver un rompecabezas musical pieza por pieza? ¿Cuál es ese proceso?

Voy a tener que decir que está en algún lugar en el medio porque sí, escucho conceptualmente hacia dónde irán las cosas, y puedo escuchar qué armonía estoy buscando, pero luego me siento al piano y verifico para asegurarme de la estructura. Supongo que es la manera en que un arquitecto podría trabajar, tienes un concepto artístico como la manera en que un edificio está construido, pero luego aún tienes que seguir las leyes de la física y averiguar cómo vamos a hacer que eso suceda, ¡cómo vamos a hacer que todo eso se mantenga en su lugar y dure por cientos de años! Podría tener un concepto de lo que quiero armónicamente, pero luego tengo que hacer lo que en broma llamo las «matemáticas». Tengo que hacer las matemáticas musicales y ver qué estructuralmente va a hacer que eso se mantenga unido.

New York Voices tiene esta increíble habilidad de hacer que el arreglo más intrincado suene sin esfuerzo. ¿Cuál es la salsa secreta o las matemáticas que mencionaste? ¿Es telepatía después de todos estos años o aún se sorprenden unos a otros?

A veces bromeamos que somos como una pareja casada vieja de cuatro cabezas. Podemos terminar las oraciones del otro; sabemos cómo cada uno va a frasear musicalmente. Casi podemos predecirlo, porque conocemos los patrones de cada uno, y cuando estamos aprendiendo una pieza nueva, podemos practicar eso principalmente por nuestra cuenta y juntarnos y armarlo bastante rápido porque podemos anticipar cómo se va a sentir toda la cosa colectivamente, porque hemos hecho esto juntos por tanto tiempo. Es muy diferente que al principio, cuando todos vivíamos en Nueva York y nos juntábamos y practicábamos por horas y realmente diseccionábamos y hablábamos sobre cada pequeño matiz. La mayoría de esas cosas suceden bastante orgánicamente en este punto.

Me encanta este flujo. Entonces, después de décadas de hacer música juntos, ¿cómo mantienen viva la chispa creativa? Hablas de ser este cuarteto casado de cuatro cabezas. ¿Tienen esos momentos donde están a mitad de la presentación y piensan, wow, acabamos de hacer algo completamente nuevo?

En cuanto al lado creativo, una de las cosas que nos ha mantenido juntos por tantos años, y para aún poder agregar energía creativa al grupo, es que es una prioridad de tiempo completo, pero realmente es un trabajo de medio tiempo. Todos estamos presentándonos regularmente, pero no somos una banda que está afuera haciendo 150 conciertos al año. Estamos haciendo más como 40 o así, y eso significa que Peter Eldridge está enseñando tiempo completo en Berklee College of Music en Boston, Lauren enseña en Queens College y NYU, Kim enseña en Ithaca College, y yo estoy haciendo cosas de artista invitado por todos lados y también haciendo un show solista aquí y allá. Somos freelancers clásicos en cierto sentido, excepto que sí tenemos esta una gran prioridad importante, que es New York Voices.

El jazz vocal ha evolucionado tanto desde que New York Voices comenzó. ¿Cómo ves el rol del grupo en esa evolución? ¿Y qué te emociona más sobre hacia dónde se dirige el género?

Es muy divertido ver a arreglistas más jóvenes, grupos más jóvenes, intérpretes más jóvenes surgir con maneras nuevas y diferentes de tomar este concepto de cuatro partes y llevarlo hacia adelante. El repertorio de jazz vocal no tiene que ser solo el gran cancionero americano, o Duke Ellington o Antonio Carlos Jobim, podría ser melodías de Paul Simon, o podría ser una canción de James Taylor, o podrías hacer algo interesante con una canción de Stevie Wonder, o a veces solo tomar una melodía pop que nunca pensarías que sería algo que pudiera ser traducido al jazz. Tómalo, reinventa la canción, y haz algo creativo. En muchas maneras, las líneas se han difuminado en cuanto a lo que llamas jazz. Esto no es único del jazz vocal. Esto es totalmente cierto para los instrumentistas también. Así que esas líneas difuminadas han sido una de las grandes partes de la evolución y, con eso, siempre hay algo de resistencia también.

Esto me lleva a mi siguiente pregunta. Todos ustedes, en su trabajo educativo, han influenciado a innumerables vocalistas. ¿Cuál es un consejo que se encuentran dando una y otra vez a cantantes jóvenes que tratan de encontrar su lugar en el jazz?

Primero que nada, simplemente aprende realmente a ser un buen vocalista. Si quieres que tu voz funcione por muchas décadas, necesitas cuidar tu voz; necesitas cantar apropiadamente: ser un vocalista bueno y saludable; cuida tu voz y ten buen soporte y buena técnica. Sigue tus instintos creativos y ve a dónde va, porque esa es la belleza del jazz. Luego apóyalo escuchando otra música. Aprende la teoría musical detrás de ello.

Las audiencias de festivales a menudo están descubriendo el jazz vocal por primera vez a través de grupos como el suyo. ¿Qué esperas que se lleven de experimentar New York Voices en vivo?

Esperamos que experimenten la energía de la música, el corazón detrás de la música, la musicalidad detrás de la música, y la diversión de ello. La gente que realmente gusta del canto en armonía puede emocionarse mucho con grupos como el nuestro. Las audiencias de jazz a veces no están realmente pensando de esa manera, pero esperamos estar trayendo tantos elementos de jazz a la experiencia como la experiencia de escuchar armonía de cuatro partes. Nos estamos divirtiendo mucho haciéndolo, y esperamos que eso sea contagioso para todos en la audiencia.

¿Qué pueden esperar los asistentes al Festival de Jazz de Northampton de su próxima presentación? ¿Alguna sorpresa guardada o tal vez un adelanto de material nuevo o una canción de Stevie Wonder?

Podría haber una canción de Stevie Wonder, tenemos un par en el repertorio. Estamos en un lugar gracioso ahora mismo porque nos estamos retirando pronto. Estamos sacando algunas piezas nuevas, pero también estamos reiniciando piezas que no hemos hecho en 20 años. Definitivamente estaremos haciendo nuestro «Big Blue Rondo», una pieza de Dave Brubeck, y algo de Cole Porter. Probablemente habrá una canción de James Taylor, un par de originales y algo de Ellington, tal vez algunas melodías de Paul Simon. Va a ser un paseo a través de los géneros, unidos por nuestro sonido de cuatro partes.

Para alguien que nunca ha experimentado New York Voices antes, ¿cómo describirías lo que están a punto de escuchar de una manera que los haga inclinarse hacia adelante en sus asientos?

Van a escuchar a cuatro personas cantando música que conocen, que es familiar. Van a escuchar a vocalistas de jazz cantando sonidos instrumentales pero con letras, ¡y el corazón de la canción saliendo a través de esos cuatro vocalistas!